martes, 21 de junio de 2011

¿Susto o muerte?

¿Susto o muette?
Mi casa está en ruina y para poder seguir habitándola necesito urgentemente repararla. Recuerdo frases famosas de políticos en la transición española que decían: “Estamos obligados a reformar nuestras casas y tener que soportar los inconvenientes de vivir en ellas”. Después de más de treinta años volvemos a estar en la misma situación, porque la casa que entonces reformamos le han salido humedades en el salón y en los dormitorios; el alicatado de la cocina y del cuarto de baño se está cayendo; la carpintería igualmente está deteriorada; los tornillos de las visagras están tan oxidados que no soportan las hojas de las puertas contrachapadas y huecas; lo mismo le sucede a los picaportes, que además de haber perdido su brillo y esplendor, han perdido el sistema de seguridad y que tuvimos que sustituirlos por los antiguos pestillos. La fachá hay que encalá, como decía el célebre cuarteto de Rota, pero la cal únicamente es utilizada en algunos pueblos blancos, el resto, demanda pintura pétrea especial para exteriores. Y por último, nuestros hijos prefieren dormir en las plazas antes que en las viejas habitaciones paternas llenas de hongos y humedades que tanto perjudica a su joven sistema inmunológico, ya que la mayoría son alérgicos a la casona del setenta y seis. A nuestros hijos, la alergia no sólo les producen erupciones cutaneas, también graves crisis respiratorias provocadas por concejales, diputados y banqueros. Los primeros no paran de exigir austeridad mientras que ellos derrochan los escasos recursos públicos en sueldos millonarios, en dietas exquisitas y en flamantes coches oficiales. Mientras que los últimos, con el beneplacito de los primeros, no cesan de especular y provocar graves crisis inmobiliarias que después son sofocadas con dinero público. También provocan crisis con cereales de primera necesidad sin importarles el hambre, la miseria y la muerte de millones de personas en el mundo. Por desgracia, y esto hay que cambiarlo cuanto antes, el pan está cada vez más caro, mientras que los chorizos se venden por lo que le den.
Pero la casa, a pesar de las multiples chapuzas necesita urgentemente una reforma integral. Esto no sería problema si algún usurero me prestara el dinero con sufientes garantias de que se lo pueda pagar con cierta facilidad y comodidad, ya que si no es así, se verá obligado a desahuciarme y condenarme a la indigencia de por vida, porque después del desahucio mi deuda con el usurero no habrá quedado resuelta. Esta idea tan maravillosa ha sido recientemente aprobada por los partidos mayoritarios de España psoe y pp. Pero por favor, no presten demasiada atención a estas minucias, porque con el pacto del euro, en breve los albañiles, los fontaneros, los pintores, los electricistas, los carpinteros cobraran menos dinero por sus trabajos, así que usted podrá reformar su vivienda con un coste bastante inferior al actual. El único problema es que usted sea profesor, médico, funcionario público, entre otras profesiones, porque a usted también le van a obligar a una rebaja sustancial de su sueldo, por lo que seguimos donde antes, sin efectivo suficiente para acometer la reforma.
Nuestros hijos están en la calle reivindicando austeridad para todos y por el recorte de privilegios de algunos que se han creido muy listos, y que por fortuna, creo que se les están agotando los cuentos. Nuestro hijos están acompañados de sus hermanos pequeños, de sus primos mayores, de sus padres y hasta de sus abuelos. Malos tiempos corren para el famoso concejal de Cuenca que aún se cree que él es alguien.
Francisco Rodríguez Apolo.

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